Trump gana las elecciones presidenciales con el apoyo de cristianos

ESTADOS UNIDOS, 6 de noviembre, 2024. En una elección sin precedentes y luego de múltiples dificultades y obstáculos, el expresidente Donald Trump ha conseguido volver a la Casa Blanca para un segundo periodo no consecutivo.

Al momento de esta publicación, Trump ha acumulado 292 votos electorales y si la tendencia se mantiene podría alcanzar hasta los 312 votos electorales, superando por mucho el mínimo de 270 votos electorales para ser nombrado como el presidente número 47 de los Estados Unidos.

El expresidente Trump tuvo que enfrentar numerosas dificultades para llegar a la presidencia, demandas judiciales, juicios políticos, multas millonarias, campañas negativas en la mayoría de los medios de comunicación, y hasta dos atentados contra su vida, uno de ellos muy cerca de tener éxito al ser herido en una oreja por un proyectil durante un mitin al aire libre.

De acuerdo a AP Votecast, el 60% de los cristianos protestantes y evangélicos votaron por Trump, mientras que un 54% de católicos hicieron lo mismo. En contraste, una minoría de otras religiones (musulmanes, judíos y otros), excepto los mormones, votaron por el republicano.

En Pennsylvania, un estado clave en la elección, más de 90 mil Amish salieron a votar en un hecho inusitado, pues este grupo religioso no suele participar en temas de política. Sin embargo, la posibilidad de que continuaran las políticas progresistas anticristianas con Harris, motivaron a los Amish a tomar acción y sufragar a favor de Trump.

También hubo un incremento significativo en el apoyo a la candidatura de Trump de  parte de la comunidad latina. Los hombres latinos pasaron del 38% al 46% en relación a la elección anterior, y las mujeres de origen latino pasaron del 32% al 38%. A pesar del discurso antiinmigrante de Trump, los latinos parecen haber valorado más las posturas conservadores en favor de la familia que las políticas migratorias.

Trump ha sido muy enfático en promover los valores familiares, el derecho de los padres para decidir el tipo de educación de sus hijos, la libertad religiosa y de conciencia, el fin del financiamiento estatal de las clinicas abortivas, y la lucha contra el progresismo y la ideología de género.

Otras propuestas conservadoras de Trump incluyen el fin de la participación de Estados Unidos en la guerra de Ucrania y Gaza. Como parte de su campaña electoral, Trump ha prometido terminar la guerra de Ucrania antes de comenzar su primer día en la Oficina Oval, lo cual podría no ser tan descabellado dada la relación de amistad que mantiene con Putin, el presidente de Rusia.

El voto para la candidata demócrata fue menor al esperado, especialmente de las mujeres de quienes se esperaba una mayor preferencia por una candidata femenina, y de la población negra, que supuestamente tendrían mayor identificación racial con Harris. La estrategia de sustituir al candidato original de Joe Biden en último momento falló estrepitosamente.

Contrariamente a la tradición política de los Estados Unidos, la candidata perdedora no reconoció de inmediato su derrota, sino hasta el día siguiente se reportó una llamada telefónica donde Harris felicitó a Trump por su victoria. Algo similar sucedió en 2016 con Hilary Clinton, cuando ésta perdió las elecciones frente a Trump, aunque en ese caso, Clinton no expresó su reconocimiento en ningún momento.

De manera exraordinaria, la presidente de México tampoco ha felicidato a Trump por su victoria al momento de esta redacción, aún cuando los resultados preliminares favorecen al republicano de manera irreversible y a pesar de que Trump fue de los primeros en felicitarla cuando ganó las elecciones presidenciales de México en octubre pasado.